Hoy en día, el turismo tiene un gran peso en la economía mundial, sobretodo en las áreas de gran valor cultural y ecológico. Por lo tanto, nos encontramos en un punto donde el turismo camina y avanza hacia la sostenibilidad, actuando con responsabilidad y ética.
El turismo sostenible es un concepto bastante amplio y que abarca tanto al turista y su actitud responsable, así como –y en especial- a las empresas, los organismos públicos, privados y básicamente a todos los involucrados de forma directa en la industria turística. En el mundo en el que estamos es posible fomentar un turismo respetuoso con el medio natural, compatible con el ecologismo y con la economía sostenible.
Uno de los protagonistas más importantes de este año en FITUR, ha sido el turismo sostenible y responsable, el cual sigue en la búsqueda de armonizar el respeto al medio ambiente, a la población local y al desarrollo económico de los destinos. El turismo sostenible supone prácticas, políticas gubernamentales o privadas de gestión sostenible y un modelo que promueva y garantice –a corto, mediano y largo plazo- en definitiva una forma de hacer turismo que sea respetuosa en todos los sentidos.
Este tipo de turismo se desarrolla bajo la base de tres grandes ámbitos:
- Ambiental: El desarrollo turístico debe ser respetuoso con los ecosistemas mediante un uso racional de los recursos naturales, la preservación de la biodiversidad, la conservación de la naturaleza y la evaluación del impacto que tiene.
- Económico: La viabilidad de la actividad turística responsable en el espacio de destino persigue e incentiva la rentabilidad a corto y a largo plazo, procurando satisfacer la demanda, distribuyendo los beneficios equitativamente y repercutiendo en la población local.
- Sociocultural: El respeto de los valores sociales y culturales de la población y la apuesta de un turismo accesible para todos a través de una gestión equilibrada y racional de los usos de los espacios, incentivando el trabajo, procurando que la población local obtenga beneficios y adaptando el entorno a las necesidades de todos.
¿Cómo ser un turista responsable?
El turismo responsable busca minimizar los impactos negativos en el ecosistema, economía, sociedad y cultura del lugar en el que se desarrolla la actividad turística, no sólo desde el punto de vista del viajero sino teniendo en cuenta también a los negocios o instituciones implicadas en la oferta y promoción de los servicios turísticos. Por eso para ser un turista responsable es importante:
- Ser uno mismo: Ser un turista responsable implica tener el viaje bien organizado con la suficiente antelación y con todo lo necesario para evitar imprevistos.
- Elegir bien el transporte: Optar por transportes eficientes que ahorren energía o con reducidas o nulas emisiones contaminantes (coches eléctricos) o usar el transporte público, y, cuando sea viable, moverse en bicicleta o andando.
- Alojamientos sostenibles: Se trata de establecimientos o apartamentos que son responsables con el medio ambiente en función de su enclave, de los materiales con los que están construidos o del tipo y uso de las energí
- Usar dispositivos electrónicos: Son una forma de reducir el consumo de papel y evitar generar residuos de má Por este motivo, se intenta tener siempre las reservas, billetes, mapas, guías o facturasen formato digital en el smartphone o tablet.
- Respetar la naturaleza de la zona: El objetivo es no degradar el ecosistema de la zona que visitas, los espacios naturales, los animales y las plantas.
- Contribuir a la economía local: Consumir productos y servicios propios de la zona y que dinamicen su economía, es decir, que impliquen a otras personas y empresas del territorio.
- Minimizar la generación de residuos: Para nogenerar basura de más, es bueno que, en nuestro día a día, utilicemos bolsas o botellas reutilizables y evitemos las vajillas y cubiertos de plá Además, es importante fijarse en cómo se recicla en la ciudad para que cada residuo esté en el contenedor que le corresponde.
Casa Albets apuesta por un turismo de valores y ecoetiquetas. Gracias a la historia milenaria, al patrimonio cultural, paisajístico y al clima suave y estable, Cataluña se ha convertido en uno de los mejores destino turísticos responsables a nivel internacional. Ahora, además, visitar Lladurs, puede llegar a ser una experiencia ambientalmente sostenible y socialmente inclusiva.